miércoles, 2 de octubre de 2013

Siete consejos para empezar a correr y no dejarlo a los tres días



Por infinitas razones, a todos nos pasa por la cabeza alguna que otra vez empezar a correr, y siempre llega ese día que decides que vas a salir a correr por primera vez. Pero no es tan sencillo como parece, al menos si nuestra intención es convertirlo en un hábito. Es por esta razón que os dejo una serie de consejos a seguir para empezar a correr. Aunque ya os aseguro que lo más importante es tener voluntad y ganas de hacerlo. No lo dejes para más adelante, proponte unos horarios y cúmplelos, la constancia es el secreto de este deporte.


Conoce tu situación y de dónde vienes

Este es un punto básico y primordial cuando nos planteamos empezar a correr. Mi consejo más básico es simple, tómatelo con calma, sé consciente de quien eres y de tus aptitudes, dosifica tus esfuerzos o será imposible que consigas un hábito de correr.


Proponte tu primera rutina de entrenamiento

Los comienzos siempre son duros y más para aquellos que nunca han practicado deporte. Si este es tu caso, es aconsejable que empieces por combinar el andar con el correr. Puedes empezar haciendo diez minutos andando, diez corriendo y de nuevo diez andando, haciendo un total de un entrenamiento de 30 minutos al día. Nunca deberás superar los tres días de entrenamiento a la semana, entre dos y tres días es lo correcto. Si por el contrario vienes de otro deporte o practicaste anteriormente, puedes empezar directamente a correr suavemente, en terrenos llanos, en sesiones de 30 minutos, pero igual que antes nunca debes superar los tres días de entrenamiento semanal. Ten en cuenta que es tan importante el descanso como el entrenamiento.


La regla de las tres semanas

Es natural que los primeros días notes una rápida mejora y que intentes aumentar tus objetivos, pero tienes que saber que en el running marcarte una rutina ayudara a tu cuerpo a mantener el ritmo y a no sufrir sobreentrenamiento y posteriores lesiones. No vas a correr una maratón al mes de empezar a correr, así que, como ya he comentado antes, debes tomártelo con calma. Mantener una rutina en un período de tres semanas hará que tu cuerpo se acostumbre a los cambios, por este motivo debemos evitar cualquier modificación en nuestra rutina durante este período de tiempo. Una vez superada las tres primeras semanas podremos empezar a aumentar el ritmo de las sesiones, pero siempre progresivamente en consecuencia de cómo nos encontremos.


Calentamiento/Estiramiento

El calentar es igual de importante que el estirar y más cuando se trata de corredores noveles. Para la mayoría es la parte que más pereza nos da, la más aburrida, pero a su vez me atrevería a decir que es la más importante, ya que puede evitarnos lesiones y ayudará a mejorar nuestra condición física. Por lo tanto es recomendable hacer un calentamiento los diez minutos previos a empezar  a correr y otros diez de estiramientos al finalizar el ejercicio.


Equipamiento

Es una de las partes más importantes,  sobretodo en cuanto al calzado, pero debemos ser conscientes de nuestra situación y ajustar el equipamiento a nuestras necesidades. No por llevar el equipamiento más caro seremos mejores corredores.  Todos hemos tenido un amigo que empieza un deporte y se compra el novamás para acabar obteniendo los mismos resultados que nosotros, son los denominados “powsers” (pro-loser).


Objetivos

Cuando empezamos una nueva etapa es importante marcarse unos objetivos, pero hemos de ser conscientes de nuestras aptitudes. Lo más importante es marcarse objetivos a corto plazo y sobretodo alcanzables, nunca debemos plantearnos grandes retos u objetivos difícilmente alcanzables, ya que eso nos desmotivaría. Es aconsejable ponerse un pequeño reto cada día, esto nos ayudará a no dejarlo a los tres días de empezar a correr.


Correr con música o con amigo

La motivación y la fuerza de voluntad, como he comentado anteriormente, son claves para no dejar de practicar este deporte. El hecho de correr solo o con más gente es una opción muy personal de cada runner. En mi caso acostumbro a realizar mis rutinas solo, pero siempre agradezco y prefiero el ir acompañado por amigos, ya que puedes hacer rutas diferentes, es más entretenido y a la vez más difícil de perder el ritmo. Por otro lado, el correr con música lo considero un arma de doble filo, ya que nos ayuda a motivarnos a la hora de correr, un hecho claramente positivo y muy útil para realizar toda nuestra ruta. El problema es que si no controlamos esta motivación puede provocar que sobrepasemos los límites que nos hemos marcado rompiendo nuestra rutina. En definitiva la música sería más aconsejable cuando empecemos a hacer largas distancias, donde el factor psicológico juega un papel muy importante.